¿QUÉ ES LA ARTROSCOPIA?





 La artroscopia es un procedimiento quirúrgico mínimamente invasivo para solucionar algunos problemas relacionados con las articulaciones, pero también sirve como un método diagnóstico. La palabra artroscopia viene de dos palabras griegas, artro (articulación) y scopia (mirar), y juntos significan literalmente “mirar dentro de la articulación”.

Es una cirugía ambulatoria en la cual se utiliza una cámara diminuta para observar dentro de una articulación. Se hacen pequeños cortes para introducir la cámara y pequeños instrumentos quirúrgicos dentro de la misma para realizar el procedimiento minimizando los daños y cicatrices provocados por la operación, lo cual mejora los tiempos de recuperación. Una vez finalizado el procedimiento, se suturan los puntos por donde se introdujo el astroscopio y el paciente por lo general recibe el alta el mismo día.

Es  necesaria la asistencia de un anestesiólogo (anestesia local, raquídea o anestesia general) y el procedimiento debe ser realizado en un quirófano con medidas de asepsia adecuadas.

Usos de la artroscopia.

Un uso común del artroscopio es el examen y la reparación quirúrgica de la articulación de la rodilla. Otras articulaciones que pueden ser examinadas con el artroscopio incluyen el hombro, codo, muñeca, cadera y tobillo.

Algunas de las condiciones que pueden ser diagnosticadas o tratadas por artroscopia incluyen:

  • Desgarro de meniscos en rodillas.
  • Lesiones de cartílagos de una articulación.
  • Ruptura de ligamentos y tendones.

Las técnicas mínimamente invasivas han permitido que el postoperatorio de los pacientes sea más corto y menos doloroso, además ahorran costes sanitarios. Como ocurre con cualquier cirugía, hay riesgos asociados con la artroscopia de rodilla. Éstos ocurren de manera infrecuente y son menores y tratables.

Según datos de la Sociedad Ortopédica Americana para la Medicina del Deporte, en el mundo cada año se realizan más de 4 millones de artroscopias. Recientemente nuestro presidente fue sometido a esta intervención quirúrgica en su rodilla.

En los últimos años, los avances tecnológicos en materia de alta definición de los monitores y cámaras, así como la generalización de las tecnologías de imagen 3D, han permitido a los cirujanos optimizar la precisión de esta técnica así como reducir los riesgos gracias a la mejora en la calidad de la imagen y a la percepción de profundidad que proporciona la tecnología 3D.

Dr. Edgar Torres, traumatólogo, Hospital A. Serra.

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