¿Son oportunas las reelecciones? Depende mucho del contexto en que las mismas se produzcan y también si son necesarias para la continuidad de proyecto transformador con proyectos a largo plazo. La continuidad de algunas administraciones municipales en nuestra provincia han sido notablemente existosas porque han permitido desarrollar una gestión de gobierno con continuidad de trabajo y con equipos consolidados. Por supuesto que esto es siempre posible cuando el sufragio de los ciudadanos las acompañe.
En una democracia –debemos de hacer la salvedad- es siempre el pueblo el que cada cuatro años elige a sus representantes entre funcionarios reelectos y otros que no y el resultado de las urnas –libre y soberano- legitima y suele elegir a los mejores. Como dice el refrán; “en la cancha se ven los pingos”.
Cuando el pueblo tiene la última palabra no se debe tener miedo a quienes toman la decisión de ir por un nuevo mandato. Si no han hecho bien las cosas el pueblo mismo lo dirá.
Por supuesto que eso no califica que haya funcionarios imprescindibles. De ninguna manera. La política y las instituciones son lo único perdurables y los gobernantes (buenos, mediocres y malos) son reemplazables y efímeros, porque el ejercicio ciudadano es dinámico en su devenir.
Por supuesto que siempre estará la instancia judicial ante el debate si es posible o no una nueva reelección, sobre todo cuando las cartas magnas sean ambiguas y dejen lugar a distintas interpretaciones. La justicia entonces tendrá que dirimir la cuestión.
Un criterio falaz argumenta que varias gestiones sucesivas no son virtuosas, sin embargo en varias provincias y municipios de nuestro país no ha sido así sino que sus gobernantes han sido votados una y otra vez, seguramente porque han hecho bien las cosas. Ejemplos sobran también en Río Negro.
¿Alcanza un solo período o dos para desarrollar un proyecto sustentable y formar los equipos necesarios en cada área? ¿Fortalece a un candidato que se vea privado de presentarse ante una elección? ¿Es bueno eso para un distrito? Si los gobernantes que le sucedan continúan con la puesta en marcha de los proyectos iniciados por el anterior, estaría bien. Pero si no hay continuidad se pierde un tiempo precioso de cuatro años que en la vida política es mucho tiempo. (Hemos visto los argentinos hasta el hartazgo que todo lo realizado por el gobierno anterior –lo malo y lo bueno, lamentablemente- es dejado de lado y se comienza otra vez a tirar de la noria), para repetirse a los cuatro años. Es que siempre la culpa la tienen los otros.
En determinadas épocas varias reelecciones fueron virtuosas en determinado contexto. Pero “tempora mutantur”, los tiempos cambian.
¿Es factible una reelección del Gobernador Alberto Weretilneck? ¿Está en su derecho a aspirar un nuevo mandato? La justicia lo dirá.
Pero seguramente lo más importante será ver que dice el pueblo a la hora de abrir las urnas. Nadie debe temer enfrentarse en una elección cuando se tienen ideas legítimas, respeto a la pluralidad de opiniones, cariño a esta tierra y su gente, y una voluntad de trabajo en pos del bienestar de todos los rionegrinos. Seguramente (reelecciones aparte) ganará el mejor.
Jorge Castañeda/Escritor – Valcheta