Editorial: propios y extraños





Los obreros de Río Salado comenzaron a cobrar sus salarios adeudados, aquellas quincenas que la empresa no les abonó, la provincia debió entregar un empréstito, para mantener las fuentes de trabajo y que no ocurra un estallido social. En esto se unieron partido gobernante y oposición.
La empresa, que debió «ser perdonada» de deudas provinciales y municipales, deberá iniciar sus trabajos, porque es inminente que se solucione la situación laboral, además concluye otro mes que quedaría sin efectivizarse.
Estos empresarios recibieron muchos beneficios, a pesar de no comportarse como debían. Por ejemplo, el propietario de Pela del Este, una empresa que tiene trabajo continuo, viene bregando de hace rato contar con algún subsidio para trasladar a sus fileteros de SAO a SAE, una forma de apuntalar su empresa por la crisis financiera que atraviesa el país actualmente, y que no escapa a esta zona. A pesar de tantos reclamos, no tuvo aún la posibilidad de obtenerla. Asimismo, trabaja todo el año con los productos que ingresan.

Unión Marítima también es una empresa rescatada que va en constante crecimiento, agrupados en cooperativa, si iniciaron con ayuda de Nación y de Provincia, supieron aprovecharla, para obtener más réditos y están a punto de exportar.
La crisis de Río Salado no sucedió por los empleados, sino por la administración empresarial y la proterva calidad de quien la gestiona. Generalmente echan la culpa a los trabajadores de sus malos manejos, porque simplemente son quienes menos pueden defenderse, a pesar de contar con gremios, como suele decirse “el hilo se corta por lo más delgado”, el conflicto no lo habían iniciado los trabajadores, sino los dueños quienes querían soslayar la ley.
Otro ejemplo es la Terminal Pesquera Artesanal, desde la llegada de Gastón Mazzei, consiguió, no solo apuntalar el mercado del pescador artesanal, sino además la estabilidad laboral de las cooperativas que están en el sector, recomponer el edificio y lograr incluso que exporten a países asiáticos.
Mazzei logró con gestión y empuje lo que no había hecho por ejemplo Gustavo Rubio, aún como director de pesca.
Justamente esta inacción de la dirección de pesca, hace que los concejales pidieran que la subsecretaría de instale en la localidad sanantoniense. Weretilneck escapó a ese cuestionamiento diciendo que los empleados públicos capitalinos no se trasladarían a esta zona. Una escasa respuesta, para una necesidad imperante.
Si se tuviera una fuerte representación en la dirección local, estos planteos no sucederían. Es sabido que Rubio y Bridi, ambos son resistidos por la mayoría del arco pesquero, uno limita sus acciones a acompañar a los funcionarios provinciales que llegan a San Antonio Oeste, el otro maneja a su antojo la cartera, solo porque logró ser una pieza importante como representante del Consejo Federal Pesquero. Ambos siquiera presentan proyectos, mucho menos ideas o alternativas para la alicaída pesca sanantoniense. Hoy la industrialización, que debería ser poderosa en comparación con otras a nivel regional, los resultados están a la vista.
La realidad muestra que mientras todos estos actores continúen en sus sillas, jamás se dará un salto de jerarquía, continuar con esta contumaz forma de conducir la principal actividad primaria económica para San Antonio, todo seguirá con su letargo estancamiento.

La visita
La llegada de Urtubey desconcertó al peronismo rionegrino y a los medios de comunicación que apoyan directamente a Martín Soria, quedaron sorprendidos que de un día para otro se hable de la visita del salteño que tiene una relación propincua con Miguel Pichetto en el Peronismo Federal, lejos del kircnerismo, cercano al diálogo continuo con el gobierno nacional. Aguas tranquilas que puede moverse Weretilneck, sin ir contra el macrismo y sin acercarse al peronismo K.
A pesar de la foto en casa de gobierno entre Pesatti y el mandatario provincial, el vicegobernador no está cómodo con este coqueteo “con los dialoguistas”. Tampoco Martín Soria, estas señales es la muestra de que el FPV puede romperse. Tanto Pesatti como Soria confluyen en la idea contraria al gobierno de Macri.
Las palabras de Weretilneck frente a Urtubey evidenció el proceso que se viene “esto es una construcción federal, del interior del país y de todos los gobernadores”. 
Esta diatriba pone al peronismo rionegrino en dos posiciones contrapuestas. También la idea que un peronista no gobierne en el 2019, es el avance de una construcción colectiva que atraviesa distintas alas de la política rionegrina, de la cual están propios y extraños. (Carlos Aguilar @caa174)

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