El formato de carta de lectores, es una herramienta útil para manifestar información y opinión. Por supuesto que siempre detrás de un mensaje hay una intencionalidad; tal vez de criticar, denunciar, explicar, etc.. Sólo en una oportunidad leí y compartí con mis alumnos, la carta de lectores titulada “Escuro”, de Osvaldo Monroy, que podía interpretarse como “texto literario”; ya que guardaba una clara intención de denunciar de manera humorística, utilizando muy creativamente el lenguaje y la parodia.
Todos los seres humanos tenemos necesidad de expresarnos. Algunos lo hacen creativamente a través del arte y entonces la belleza de un poema, de una danza, de una canción, de una pintura, de una obra pacientemente tallada o pulida; nos ilumina la mirada y el alma se regocija con la observación. Allí donde la percepción y la interpretación se confunden con la mirada atenta y la carga emocional de cada quien, radica el placer infinito que provoca el arte.
Pero esta explicación sólo sirve para reconocer texto y contexto. Lo real es que la función de la escritura, en general, es la de provocar en el lector “algo”.
Cuando la carta de lectores no provoca (por cualquier razón) ese algo que movilice el interés de quien lee, entonces, habremos perdido la oportunidad de interactuar a través de este medio.
GRACIAS a quienes nos ceden un espacio para expresar con TOTAL LIBERTAD lo que pensamos.
AÍDA IRMA VERBEKE
LAS GRUTAS
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