Prótesis articulares e infecciones.





El progresivo aumento del uso de estos implantes, la mayoría de los reemplazos articulares protésicos son de cadera y rodilla,  junto con la aparición de bacterias multirresistentes, ha convertido este tipo de infecciones en un grave problema de salud. Las complicaciones no son frecuentes. Sin embargo, se calcula que en torno a un 5% de los pacientes con prótesis osteoarticular sufrirá alguna complicación. Entre ellas, las más destacadas son las infecciones asociadas, la movilización de la prótesis o la luxación. A pesar de todo esto el reemplazo articular es un procedimiento seguro, con buena relación costo efectividad y ampliamente utilizado.
¿Cuál es el cuadro clínico de la infección de la articulación protésica?
Los especialistas clasifican las infecciones asociadas a prótesis osteoarticulares en dos grupos principales: las infecciones precoces y las tardías. Las precoces son aquellas que ocurren antes del tercer mes tras la colocación de la prótesis. Su diagnóstico es relativamente sencillo ya que el paciente suele presentar inflamación en la zona donde se le ha implantado la prótesis, incluso apertura de la herida quirúrgica con supuración. Son fáciles de identificar por el paciente y de diagnosticar por el especialista. El problema es su tratamiento ya que es imprescindible la actuación rápida y coordinada de varios especialistas para conseguir la curación de la infección. El segundo grupo de infecciones protésicas, las tardías, se presentan a partir de los tres meses de la intervención. Constituyen la mayoría de estas infecciones. En muchos casos su diagnóstico es difícil debido a que el paciente no suele presentar síntomas típicos de una infección pero ante la mínima sospecha de complicacion en la prótesis el paciente debe acudir al cirujano ortopédico que le intervino, quien valorará si es necesario contactar con el especialista de Infecciosas para analizar la posibilidad de una infección.
¿Cómo se tratan?
En los últimos años se ha aprendido que el tratamiento de estas infecciones debe ser siempre multidisciplinar. Se debe abordar mediante la colaboración del cirujano ortopédico que ha colocado la prótesis y la del especialista en enfermedades infecciosas que indica el tratamiento antibiótico. Así, el tratamiento será siempre una combinación de medidas quirúrgicas y médicas. Varios estudios publicados demuestran que el abordaje combinado mejora espectacularmente las tasas de respuesta al tratamiento de estas infecciones.
Conclusiones y desafíos.
El éxito en el tratamiento de las prótesis infectadas requiere la mejor estrategia quirúrgica asociada con un óptimo régimen antibiótico enfocado a cada paciente individualmente. A pesar de ello, estas infecciones representan, aun actualmente, enormes desafíos terapéuticos.
Dr. Edgar Torres, traumatólogo, Hospital A. Serra.

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