Tras un accidente… ¿Qué puedo hacer para ayudar?





 No es necesario ser profesional de la salud para ser socorrista, si es imprescindible saber los lineamientos básicos, sino es preferible no intervenir, ya que es probable hacer más daño que beneficio.

No pretendo enseñar Medicina sino, explicar los Primeros Auxilios de un accidentado que pueden mejorar el estado del mismo y su pronóstico.

Cuando se produce un accidente y una persona pierde el conocimiento o queda confundida, el primer impulso natural es levantarlo y sacudirlo para hacerlo reaccionar, sin pensar que ésto puede aumentar la gravedad de su estado. Por eso:

  1. Ante la duda, es preferible NO TOCAR AL PACIENTE.
  2. Una pasividad inteligente vale mucho más que cualquier cuidado inadecuado
  3. Nunca se debe abandonar a un paciente hasta que sea asistido por un equipo especializado.
  4. Siempre se debe alentar y reconfortar con palabras al accidentado.
  5. Si es en la ruta y el accidentado está dentro del coche llamar a emergencias para que lo saque porque puede tener lesión cervical que empeorará si lo sacamos.
  6. Para llamar a emergencias tener en cuenta los siguientes datos:
  • Identificación de la persona que llama
  • Lugar del accidente, y, en forma clara y precisa, la situación actual
  • Clase de accidente
  • Numero de lesionados
  • De ser posible la identificación de los mismos (no obligatorio).

Llame a bomberos, salud o emergencias.

Al lado de su paciente háblele, si contesta sabrá que esta consciente y tiene la vía aérea libre.

Si no contesta, aflójele la ropa para mejorar su respiración, puede tener lipotimia o desmayo que mejorara rápidamente. Manténgalo en posición horizontal hasta que lleguen emergencias.

Si hubo caída, observe si le produjo alguna lesión sangrante. Comprima la zona sangrante  con un pañuelo o ropa suave limpia, con la cabeza más baja que los pies.

Controle el pulso y la respiración. Para ello coloque su oído al lado de su boca y escuche y  cuente cuantas respiraciones tiene por minuto, toque su pecho y observe cuantas veces se expande y baja, esa es otra manera de saber cuántas respiraciones hace. Para el pulso use sus dedos en la muñeca del accidentado los dedos índices, mayor y anular apoyados levemente sobre la región del brazo inmediata al pulgar por la zona de la palma apriete levemente y cuente cuantos latidos siente por minuto. Si no lo encuentra, al lado de la nuez de Adán en el cuello esta la carótida y nuevamente con los dedos suavemente palpe los latidos. Lo normal son 60 a 80 latidos, por stress si está consciente el lesionado es normal que este más elevado.

Si no hay latidos intentar resucitación mediante masaje cardiaco externo, para ello colocar al paciente boca arriba sobre una superficie rígida (el suelo). Colocar las manos suyas en cruz sobre el esternón en el tórax. Los brazos deben estar extendidos sin flexionar haciendo presión con el peso del cuerpo. Presionar solamente con los talones de la mano para que se realice en forma rítmica y firme a razón de 5 a 6 movimientos por respiración.

Si no respira, colocar un pañuelo extendido  en la boca y colocar nuestra boca sobre él, (extendiendo ligeramente el maxilar hacia arriba con cuidado para que la vía aérea esté en forma recta y sea más fácil el ingreso de nuestro aire) y respirar una bocanada de aire acompasado con las maniobras del tórax.

Es mejor si hay dos operadores porque se pueden turnar con las presiones del tórax que pueden resultar agotadoras para el operador.

Cuidar la hipotermia (pérdida de temperatura del paciente) cubriéndolo con cualquier abrigo lo más limpio posible, esto es muy frecuente cuando hay hemorragia por la pérdida de fluidos (sangre).

Si vomita colocarlo en forma rígida (con una tabla o algo por el estilo para que el cuello no se doble),  de costado para que no se broncoaspire.

Asfixia:

Este es un ítem aparte en donde por estrangulamiento, sofocación, sumersión o ahogo, cuerpos extraños en las vías aéreas superiores (laringe, tráquea), aspiración accidental de sustancias liquidas, o solidas (vómito).

El individuo se pone con la piel azulada por la obstrucción de las vías aéreas del aparato respiratorio, dificultando la llegada de oxígeno a los pulmones.

Como el corazón sigue funcionando por un corto tiempo es imprescindible regresar el oxígeno a los pulmones, para ello si fue por cuerpo extraño debe expulsarlo. La maniobra consiste en tomar al paciente presionando por detrás de la parte inferior de la caja torácica con una presión hacia arriba y adentro en seco con los brazos y los antebrazos, se logra así inducirle tos y expeler el cuerpo extraño.

Recuerde, si duda en hacer algo es preferible no hacer nada

No abandone al enfermo háblele, confórtelo dígale que va a salir todo bien que respire profundo y tranquilo que ya viene ayuda en camino y él no está solo está Usted con él.

 Tel. emergencias

                      Policía     101

                      Bomberos  100

                       Hospital   107

Dra. Mónica Fernández de Fontenla

Hospital Las Grutas.-

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