El pasado viernes se llevó a cabo una reunión clave en torno a la crisis de la planta pesquera Río Salado.
En el encuentro participaron autoridades municipales, provinciales y legislativas, junto con los trabajadores afectados, quienes escucharon de boca de los representantes que, hasta el momento, no existe una solución concreta a la problemática que enfrentan.
La incertidumbre se profundiza luego de que la semana pasada los empleados cobraran su última quincena en dos partes, sin información clara sobre cómo continuará la situaciónen adelante. Aunque no se han registrado despidos, los trabajadores tampoco tienen certeza sobre sus ingresos futuros. En caso de cesantía, podrían acceder a la prestación por desempleo, la cual equivale al 75% del importe neto de la mejor remuneración mensual, normal y habitual de los últimos seis meses de trabajo.
Desde el ámbito provincial, se baraja la posibilidad de otorgar por parte del Ministerio de Desarrollo Económico y Productivo, un aporte equivalente al valor de una quincena en los próximos días, dicha medida será confirmada oficialmente en los próximos días.
Además de la posible cesantía laboral, en la reunión se abordó el complejo estado financiero de la planta pesquera, que enfrenta un pasivo millonario. Esta situación impide que otros inversionistas puedan hacerse cargo de la empresa y garantizar su operatividad.
Por su parte, algunos integrantes del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (STIA) solicitaron que se retiren los cupos de pesca al actual empresario, quien seguiría usufructuándolos a pesar de que la producción no se lleva a cabo en la planta, la cual permanece cerrada y sin los servicios básicos debido a las deudas acumuladas con las empresas prestatarias.