Historia de la casa y del Ingeniero Guido Jacobacci a cien años de su muerte

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- La Casa del Ing Jacobacci antes de ser restaurada




HISTORIAS SANANTONIENSES: El historiador Héctor Juan Izco, destacado vecino de San Antonio Oeste, en su interesante libro “San Antonio Oeste y el mar” dedica uno de los capítulos a la historia del ferrocarril que marcó un antes y un después en la vida de esta pujante localidad.


Con respecto a las obras anexas a la construcción del mismo cita que “en cuanto a las viviendas para los funcionarios, se habilitó un lugar mirando a la marea y allí desde entonces formando una costanera, a más de 100 años, casi todas estas construcciones, tienen una particularidad no común en el San Antonio de entonces: la mayoría son de madera incluso la más importante que ocuparía el propio ingeniero Jacobacci. También lo era la destinada al Gerente de la Línea emplazada cerca del sector de los talleres”.

“Tanto la casa que ocupara el Gerente de la Línea como los propios talleres fueron arrasados por un incendio. Mejor dicho: dos”.

– Foto histórica del Ingeniero Jacobacci y su familia.

“Para algunos obreros se hicieron construcciones bastante precarias muy cerca del hospital y los talleres. Genéricamente se conoció como “el campamento”, que todavía subsiste –muy en parte- pues también los incendios hicieron lo suyo”.

Actualmente excepto la casa chalet del ingeniero Jacobacci queda muy poco de esas pintorescas construcciones, cercanas al arbolito de Salas y por donde supo deambular don Gregorio Sajarchuk (el señor de las mareas), rememorando un pasado de durmientes y de rieles.

Según el boletín “Rescatando ayeres” de la Comisión Municipal de Asuntos Históricos de San Antonio, el ingeniero Guido Jacobacci “nació en Módena en 1865, donde su padre era inspector de aduanas de la ciudad”.

“En 1886, a los 22 años se recibió de ingeniero en Turín y al poco tiempo, ante la falta de trabajo en su país, se embarcó, como tantos connacionales, hacia Buenos Aires, que por entonces era la Meca adonde viajaban italianos en busca de nuevos horizontes. Una vez en la Argentina, revalidó su título de ingeniero y comenzó a especializarse en la construcción de ferrocarriles”.

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– Casa de jacobacci antes de ser restaurada

“Ingresó a trabajar en una empresa privada, trazando la línea Buenos Aires – Rufino, que nunca se concretó”.

“Al poco tiempo, por su capacidad en la materia, ingresó en el Departamento de Ingeniería del Ministerio de Obras Públicas de la Nación. Donde elaboró diversos proyectos”.

Luego fue enviado a Europa a fin de estudiar los puertos de Hamburgo, Amberes, Liverpool y Cardiff. Más tarde sus estudios fueron utilizados para reestructurar el puerto de Buenos Aires”.

“Su plan para el sistema de subterráneos en la ciudad de Buenos Aires fue el primero en su género en Sud América”.

“El ministro Ezequiel Ramos Mexía, que por entonces soñaba con los ferrocarriles patagónicos y había sido el inspirador de la Ley 5559 de Fomento de los Territorios Nacionales, encuentra en Jacobacci la persona adecuada para poner al frente de la construcción del Ferrocarril San Antonio Oeste – Nahuel Huapi, de manera que a partir de 1908 lo designa Director General de los Ferrocarriles Patagónicos”,

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– Casa del Ing. Jacobacci restaurada

“Los obstáculos que semejante obra representaba fueron superados uno a uno por Guido Jacobacci y por su segundo, el también ingeniero italiano Carlos Brebbia”.

“Bajo su dirección se construyeron galpones, talleres, estaciones, grupo de viviendas necesarios para el personal y además 400 kilómetros de vías”.

“Sufrió la incomprensión de funcionarios que no veían lo que avizoraba para esta zona Ramos Mexía y una vez caído éste del Gobierno tuvo que alejarse, tal cual había sucedido con Bailey Willis”.

“Jacobacci falleció en Aldalgalá, Catamarca, el 10 de junio de 1922, este año se cumplieron 100 años de su muerte”.

La pluma y los pinceles de Joaquín Bocho Izco legaron para la posteridad rincones de San Antonio Oeste y de su historia, no pudiendo faltar el hermoso dibujo de la casa de Jacobacci, que refaccionada hoy funciona como Museo. (por Jorge Castañeda – Escritor de Valcheta)

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