San Antonio Oeste enfrenta una problemática con los perros asilvestrados que atacan al ganado ovino y bovino en zonas cercanas al ejido municipal.
Ada Nahuelhual, responsable de zoonosis municipal, advirtió sobre la situación y señaló que el foco del problema se encuentra en el sector del basural, donde estos perros se han reproducido y desde donde se extienden hacia la zona rural.
«Estos perros no ingresan a la zona urbana, sino que se desplazan hacia áreas rurales en busca de presas. Su comportamiento es asilvestrado y atacan en jauría, lo que genera grandes pérdidas económicas para los productores», explicó Nahuelhual. Además, destacó que los ataques no se producen por hambre inmediata, ya que «los animales que son atacados no son devorados”.
Desde el municipio se han mantenido reuniones con la provincia para buscar soluciones. Sin embargo, según Nahuelhual, la comunicación con las autoridades provinciales no ha sido fluida, lo que ha dificultado la implementación de estrategias concretas. «El año pasado provincia se comprometió a trabajar en conjunto y analizar programas para apoyar a los productores afectados, pero la respuesta ha sido escasa. Recién a finales de año nos comunicaron que debíamos hablar con otro responsable del programa de ganadería bovina y caprina», indicó.
El problema de los perros asilvestrados no es exclusivo de San Antonio Oeste, sino que se replica en otras localidades de la provincia, donde la producción ovina ha sido afectada también por otros predadores como el puma. Frente a esta situación, el gobierno provincial trabaja en conjunto con el INTA en programas de perros protectores de ganado, aunque estos métodos han tenido resultados variables.
En este contexto, Nahuelhual señaló la importancia de una respuesta integral y coordinada: «Ni el municipio ni la provincia pueden enfrentar esta problemática de manera aislada. Se necesita un trabajo conjunto entre las autoridades y los productores, quienes también deben involucrarse activamente en la protección de su ganado». Como medida paliativa, desde zoonosis municipal se han ofrecido jaulas trampa para capturar a los perros en los establecimientos ganaderos, pero esta estrategia ha mostrado limitaciones debido al comportamiento desconfiado de los animales