A lo largo de la Costa Atlántica, Río Negro alberga una serie de playas únicas que esconden un encanto particular y se han convertido en uno de los destinos favoritos tanto para quienes buscan vivir una aventura divertida cerca del agua, como para quienes desean disfrutar de unas vacaciones relajantes en un entorno tranquilo y en contacto con la naturaleza.
La región ofrece un amplio abanico de playas para elegir, que incluye desde los balnearios más reconocidos, como Las Grutas o el Puerto del Este, hasta destinos emergentes como El Cóndor o Playas Doradas, pasando por encantadores lugares agrestes que se encuentran a lo largo del Camino de la Costa y en los alrededores de la villa balnearia grutense.
Las Grutas: un destino que siempre invita a volver
A 190 kilómetros de Viedma, Las Grutas es uno de los destinos turísticos más populares de Argentina, conocido por sus aguas cálidas y cristalinas, las más destacadas de la costa del país. Este centro turístico cuenta con una amplia infraestructura de servicios, incluyendo más de una decena de paradores de playa con opciones para toda la familia.
Los amantes del buceo y quienes deseen iniciarse en esta actividad pueden sumergirse en el mar patagónico y explorar la biodiversidad del golfo San Matías. Allí encontrarán antiguos barcos hundidos que conforman el Parque Submarino más importante de Sudamérica.
Además, quienes visiten la zona pueden embarcarse en excursiones de avistaje de fauna marina y aves. Estas experiencias ofrecen una vista de 360° de delfines y lobos marinos surcando las olas, así como de aves como pingüinos, petreles y gaviotas en su hábitat natural.
La oferta gastronómica del lugar completa la experiencia. Los restaurantes del balneario destacan por sus platos elaborados con productos del mar, como cazuelas de mariscos, pulpitos en escabeche, rabas, almejas gratinadas y paella, que combinados con vinos rionegrinos garantizan una explosión de sabores.
Descubrí las maravillas del Camino de la Costa
A solo media hora de Viedma, por la Ruta Provincial N° 1, se encuentra El Cóndor, una villa balnearia que marca el inicio de una ruta escénica de 180 kilómetros. Esta ruta combina playas tranquilas con la belleza natural de la flora y fauna de la región.
El Cóndor alberga la colonia de loros barranqueros más grande del mundo, además de atractivos como el Faro Río Negro, ubicado sobre los acantilados, y el Memorial Malvinas, un homenaje a los caídos en la Guerra de Malvinas. Este balneario es también ideal para practicar deportes impulsados por el viento, como el carrovelismo, windsurf, kitesurf y windskate.
A lo largo del Camino de la Costa se encuentran otros destinos destacados, como El Espigón, ideal para los amantes del surf; Playa Bonita, resguardada por acantilados; y La Lobería, conocida por sus piletones naturales y la presencia de lobos marinos.
Bahía Creek y Bahía Rosas son opciones más agrestes. Bahía Creek se caracteriza por sus suaves médanos y aguas cristalinas, mientras que Bahía Rosas es ideal para la pesca costera gracias a la profundidad de sus aguas.
Al final de la ruta se encuentran las playas del Puerto del Este, conocidas como el “Caribe Patagónico”. Sitios como Punta Perdices y Las Conchillas, con sus aguas turquesas y arenas cubiertas de conchillas, ofrecen una belleza incomparable en el golfo San Matías.
Playas Doradas: un destino bañado por el sol
Cerca de Sierra Grande, Playas Doradas se presenta como el destino ideal para disfrutar del verano entre naturaleza y deportes. Con más de 3.000 metros de costa, sus finas arenas reflejan un brillo dorado bajo el sol, creando un panorama único.
Este balneario, en constante crecimiento, ofrece actividades como kitesurf, sandboard y pesca, además de caminatas recreativas a orillas del mar.
Explorá las playas vírgenes del sur
Para quienes buscan alternativas a las concurridas playas de Las Grutas, Piedras Coloradas ofrece amplias costas de poca profundidad y un paisaje único de rocas rojizas, perfectas para relajarse mientras se escucha el sonido del mar.
Hacia el sur, se encuentran playas aún más agrestes, como Morella, Los Chañares y El Buque, cada una con características particulares que las hacen especiales. Finalmente, El Sótano, conocido por sus cavernas entre acantilados, ofrece un atractivo singular que combina historia y belleza natural.