Las integrantes de Mujeres de la Asamblea por la Tierra y el Agua de Las Grutas, organización que trabaja con el objetivo de cultivar la Cultura, y el Buen Vivir en resistencia contra la Megaminería, fueron reconocidas en el Congreso de la Nación, con la distinción ‘Berta Cáceres’ como defensoras ambientales por la «Red de Defensoras del Ambiente y el Buen Vivir» (Red DAyBV) que celebró su cuarta Jornada federal en el marco de las actividades del #8M.
“Agua para la vida, no para las minas” es uno de los lemas que establece esta asamblea que vienen transitando desde hace varios años y en el cual visibilizaron desde la lucha por la no instalación de la planta nuclear en Sierra Grande, en el cual indican que fue uno de los logros más importantes.
Suyhai Quilapán en su alocución en el evento, que fue de manera virtual, por la emergencia sanitaria, mencionó “estamos aquí con algunas de las compañeras de la Asamblea y en la cual agradecemos infinitamente este reconocimiento, ya que venimos trabajando desde hace tiempo en la protección de nuestros ambientes y en la cual continuamos luchando y mostrando nuestra solidaridad hoy con nuestros hermanos de Chubut”.
“Iniciamos una acción política, en conjunto con otras asambleas de la provincia de Río Negro, un proyecto de ley contra la megaminería contaminante e impulsamos una campaña de iniciativa popular, para que la gente se sume efectivamente con su firma” agregó “nos expresaremos a través de esta iniciativa diciendo no a la minería contaminante y nos vamos a plantar para decir que la Patagonia se levanta” expuso.
Aclaro Quilapán que sí debe haber proyectos productivos que incluyan a las personas y a los trabajadores que no conlleven contaminación.
Asimismo, en el video de presentación enumeraron todas las circunstancias en las que las tienen presente en esta lucha constante respecto a todos los procesos contaminantes existentes actualmente en el entorno del ejido sanantoniense como los basurales a cielo abierto, los desechos de langostinos entre otros.
QUIEN ERA Berta Cáceres: fue una maestra y lideró durante una década la lucha para bloquear la construcción de la represa Agua Zarca a lo largo del río Gualcarque, sagrado para la cultura lenca, la etnia a la cual pertenecía. Fue una de las fundadoras del Consejo de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH) y denunció incansablemente la expropiación de territorios del pueblo lenca y el asentamiento de bases militares estadounidenses en esa región. En la madrugada del jueves 3 de marzo de 2016 dos hombres entraron por la fuerza a la casa de Cáceres para matarla. La líder indígena, quien en 2015 fue galardonada con el Premio Medioambiental Goldman, había enfrentado numerosas amenazas y los asesinatos de otros miembros de su organización. Tenía cautelares de protección emitidas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), pero en el momento de su asesinato la policía no vigilaba la casa en la que estaba.